El
clavadista nacional Donato Neglia quedó en lista de espera para los Juegos
Olímpicos 2016 tras su participación en el Mundial que se realizó en Brasil.
La
historia de Donato Neglia comienza en el mundo de clavados cuando era tan solo
un niño de 6 años, iba en primero básico y Mario Gayo, el entrenador que lo formo,
llego al colegio donde él estudiaba en busca de nuevos talentos para la
disciplina de saltos ornamentales, le hizo un par de pruebas como, la rueda, el
flifla, y otras más para ver si es que podría lograrlas hacer, posteriormente se
comunican con sus padres, “yo no tenía idea de nada”, una semana después fue a
probar en la piscina del club providencia que tenía un trampolín de tan solo un
metro, única piscina con condiciones en Santiago para hacer esta disciplina.
En
2002 vuelve a la disciplina que lo atrapo desde un comienzo, un año más tarde fue
su primera competencia en cama elástica, ya que antiguamente no habían piscinas
en horarios de invierno y sus entrenamientos solo eran en seco, “en el estadio
nacional había un trampolín con una colchoneta, condiciones bastante
artesanales por así decirlo, pero trabajamos los aspectos técnicos y físicos, y
es así que logre mi primera competencia metropolitana a los 7 años”, su
historia continúa en competencias nacionales siendo Arica la primera de ellas.
Regino
Raúl Pérez llega desde cuba en el 2010 para ser el entrenador de la disciplina
de saltos, planteando varias metas que junto al equipo y sobre todo a Donato las
han ido cumpliendo con el tiempo, para él ha sido un sustento bien fuerte, siempre
recuerda en todos los entrenamientos la frase, “lo vamos a lograr, tú lo vas a
lograr”, día a día luchan por esas metas
y ahora solo están a un paso de lograr el sueño de cualquier deportista junto a
su entrenador.
“Déjate
de estupideces y preocúpate de lo tuyo”
EL 8
de junio de 2012, mientras practicaba un nuevo salto, paso lo que siempre él le
había temido que pasará, la tabla donde saltaban estaba suelta, “nosotros la
sosteníamos con pesas, cosa que me jugo una mala pasada en el entrenamiento”, él iba en el aire y cayo con el tobillo,
finalmente termina con una fractura expuesta del empeine, el tobillo, el peroné
en dos partes y sus dedos todos rotos. Rápidamente lo llevaron a la Mutual y el
doctor le dio un pronóstico que no lo dejo nada bien, “me dijo que existía un
60% de probabilidades que no pudiera volver a hacer deporte por el resto de mi
vida”,
Con este accidente Donato queda en total reposo
durante 6 meses, parando su Ciclo Olímpico y perdiendo la oportunidad de partir
a Italia a entrenar con Doménico Rinaldi, entrenador de la selección de Italia,
y disfrutar de una beca completa, “yo
estaba jugando el hecho de irme a Roma”,
este accidente ocurrió a tan solo 10 días antes de partir al viejo
continente a cumplir su anhelo como deportista.
El
seleccionado luego de su accidente, cae en una depresión que fue tratada por un
tiempo, no quería volver a los trampolines, “levántate tienes que hacer algo”, esa
era el pensamiento que se repetía día a día a sí mismo. Fueron meses sin salir de
su pieza, algunos meses sin sentir su pie y tres meses sentado en una silla de
ruedas, “pasar de hacer todo a hacer nada”, frustrante pero se propuso a
recuperar y lo logra en 6 meses, luego de una operación donde le colocaron una placa
y tornillos, y un gran trabajo constante con kinesiólogo.
Sin embargo, en los pasados Panamericanos de
Toronto Donato manifestó que cualquiera
puede caer y levantarse, “la final de los panamericanos, fue una oportunidad
para demostrarme a mí mismo, que en verdad puedo, que las cosas con esfuerzo y
con ganas, independientemente de lo que te pase o lo que te vaya a pasar, se
pueden lograr”.
El antes y el después.
Los juegos
panamericanos de Toronto forman parte de un antes y un después de Neglia, “ya
estaba obteniendo muchos logros, había tenido mi medalla Sudamericana, había
tenido una que otra final en algún campeonato importante, pero lo más
importante fue ahí en esa competencia, yo estaba en un muy buen momento y tenía que
descubrir cuál eran las capacidades que tenía después de haber sacrificado
todo”, luego de esto se da cuenta que él podía lograr su clasificación a los
Juegos Olímpicos Río 2016.
En
la pasada cita del Preolímpico de Brasil, en la prueba de trampolín de tres
metros se clasificó en el puesto 32, sin embargo en la modalidad de clavados solo
30 pueden clasificar a las Olimpiadas, y por lo complejas que son las reglas en
esta categoría, hoy Donato se encuentra con un pie dentro y otro fuera de esta
cita Olímpica, “lamentablemente en los clavados no hay repechajes, clasificas o
clasificas, el punto es que yo quede dos puestos atrás de la clasificación, y
solo queda esperar que corran los puestos para los clasificados de un mismo
país”, solo de esta manera se podría confirmar la representación de Chile en
Río 2016.
Generalmente
los cupos en esta disciplina corren hasta el número 34 o 36, en sus manos desde
hace una semana ya tiene la planilla de inscripción a los Juegos Olímpicos,
pero ahora solo le quede esperar hasta junio la respuesta, “si estoy sería como
lo más importante que me ha pasado en la vida, es por lo que he luchado día a
día, sería mi mayor satisfacción porque podría ser la primera vez que se
clasifica a los Juegos Olímpicos en esta disciplina en Chile”.